viernes, 11 de enero de 2019

LA FRUSTRACIÓN COMO TENDENCIA EN PELÍCULAS RECIENTES

   En las películas que pude apreciar en la última semana se observa con distintas características y argumentos la frustración de sus protagonistas provocada por distintas causas.

Hora, día, mes es una película argentina con dirección y música de Diego Bliffeld, guión de Marcelo Cohen, fotografía de Alejo Maglio y producción de Gastón Duprat y Mariano Cohn que muestra la cotidiana vida de trabajo de  Nardo, encargado del garage "La Alborada", interpretado por Manuel Vicente que debido a un accidente fue inhabilitado para manejar y durante la noche, mueve los autos y urga en sus interiores.  El espectador se siente apresado en la rutina monótona donde el tiempo transcurre sin matices ni conflictos en una lenta morosidad.


Ruleta rusa: Es un film dirigido por Eduardo Meneghelli, con guion de Luis Sáez, fotografía de Gustavo Biazzi, música de Santiago Pedroncini y montaje de Ernesto Felder, que cuenta la historia de amor de Rudy Lencinas, interpretado por Gabriel Peralta, quien vuelve a su pueblo para vengar la muerte de sus padres ocasionada por el candidato a intendente Parra, protagonizado por Enrique Liporace.
Maru en la actuación de Abril Sánchez, la hija de Parra  se enamora de Rudy y juntos emprenden un camino juntos, donde la ruleta rusa cobra un rol central en la vida de Rudy y es la oportunidad y el riesgo que debe correr para salir de una vida miserable.

 Secundan con profesionalismo Lautaro Delgado, Patricio Contreras y Pompeyo Audivert.

   Con un guión original y logradas actuaciones mantiene el interés del espectador.



Plaza París: Es una multipremiada coproducción brasileña, argentina y portuguesa escrita y dirigida por Lúcia Murat, con fotografía de Guillermo Nieto, música de André Abujamra y Marcio Nigro, montaje de Mair Tavares y producción de Felicitas Raffo y Luis Galvao Telles, que relata el vínculo que se establece en una relación terapéutica entre Camila interpretada por Joana de Verona, una psicóloga extranjera blanca e inexperta y su paciente Gloria, en la lograda actuación de Grace Passo, ascensorista en la Universidad pública de Río, que vivió situaciones traumáticas desde su infancia en la favela y tiene un hermano narcotraficante preso.

  Lo interesante en esta película son los comportamientos y actitudes de las protagonistas.  La terapeuta siente miedo ante las consecuencias de atender a Gloria y decide derivarla y Gloria siente que va perdiendo vínculos importantes y toma una drástica decisión, que permite ver en el desenlace del film la verdadera personalidad de la paciente.


La cama: Es la opera prima de Monica Lairana, que con esta película de su autoría incursiona en el largometraje como directora y cuenta con la fotografía de Flavio Dragoset, el adecuado montaje de Eduardo Serrano y la producción de Paulo Pécora, Adriana Yurcovich y Gema Juárez Allen. 

 La historia que no muestra conflicto explícito. Refleja un día de vida de la pareja de Mabel protagonizada por Sandra Sandrini y Jorge interpretado por Alejo Mango, que están embalando sus pertenencias porque se separan. Es el último día que van a estar juntos y surgen recuerdos, anhelos, frustraciones y una intensa ternura que habla del amor que siguen sintiendo a pesar del paso del tiempo y la vejez que se aproxima.

   El film es apto para mayores de 16 años con reservas no tiene el toque de comedia taquillera del "El amor menos pensado", sino el carácter intimista y parco de diálogos de algunas películas de Ingmar Bergman.


A oscuras es una película argentina dirigida y producida por Victoria Chaya Miranda que cuenta con el guión de Carla Scatarelli, la fotografía de Pablo Parra, la música de Lula Bertoldi y el montaje de Liliana Nadal.
  Las historias que tienen como escenario común la noche presentan a Lola en la excelente actuación de Esther Goris, una reconocida actriz clásica que muestra su decadencia y necesidad de los  fármacos y el alcohol para poder conciliar el sueño y evitar la angustia, Ana en la lograda interpretación de Guadalupe Docampo, una bailarina provinciana que se encuentra en una relación tóxica con Víctor protagonizado con profesionalismo por Alberto Ajaka que la incita a la prostitución y Lucio desempeñado de manera convincente por Francisco Bass, que trabaja en un club nocturno y se halla dominado por su adicción a la cocaína.

  Cada historia tiene su propia resolución y un común denominador la frustración frente a una vida que pierde sentido y dignidad.

   En el film apto para mayores de 16 años con reservas,  secundan con solvencia Arturo Bonín como el taxista y Germán Da Silva como el vendedor de café. 




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