lunes, 27 de junio de 2016

PELÍCULAS PARA TODOS LOS GUSTOS EN EL CINE GAUMONT


Entre las últimas películas vistas que no pueden encasillarse en un género común y muestran diferentes situaciones ficcionales se encuentran:

LuLú escrita y dirigida por Luis Ortega, con fotografía de Daniel Hermo, música de Daniel Melingo y montaje de Rosario Suárez, cuenta en capítulos las andanzas y la relación de Lucas y Ludmila.

  Lucas es un empleado que en un camión retira el cebo de las carnicerías al que le gusta el barullo pero no la violencia interpretado adecuadamente por Nahuel Pérez Biscayart, que sin querer cambia con una actitud la vida de Ludmila, protagonizada con gracia por Ailín Salas, una chica de un complejo habitacional que se va de su hogar con una bala alojada en la columna, por lo que se traslada en silla de ruedas, aunque puede caminar sin problemas.

     El desenlace resulta casi previsible para dos personas que no encuentran mucho sentido en su vida.  El film puede verse pero no deslumbra.


                    


  El eslabón podrido dirigida por Valentín Javier Diment con guión de Martín Blousson, Valentín Diment, Isabelle Devinck y Sebastián Cortés y fotografía de Fernando Marticorena presenta una historia truculenta donde abunda la sangre y la promiscuidad.

   Con las excelentes actuaciones de Marilú Marini, como Ercilia, una madre anciana que antes de morir advierte a su joven hija Roberta, protagonizada por Paula Brasca que debe abandonar el triste oficio que ejerce porque cuando todos la hayan conocido, morirá. Por ese motivo niega sus favores a Sicilio en una convincente interpretación de Germán de Silva, quien termina violándola.

   Ercilia muere y queda Roberta con su hermano Raulo un leñador con deficiencia mental en la magistral actuación de Luis Ziembrowski, quien luego de que su hermana muere por un eslabón podrido que descuelga un cartel que la golpea, cumple con lo que cree en su capacidad limitada que es un acto de justicia.  No es conveniente para menores de 16 años ni para un público demasiado impresionable.
                               

Tini, el gran cambio de Violetta con dirección de Juan Pablo Buscarini, guión de Ramón Salazar Hoogers, la excelente fotografía de Josu Inchaustegui y el montaje de Pablo Mari cuenta una historia apta para todo público con excelentes actuaciones, muy buenos efectos especiales y una producción de lujo.

   Violetta interpretada por Martina Stoessel se entera de que su novio León, protagonizado por Jorge Blanco,  tiene un romance con otra joven estrella y ante la situación decide abandonar su carrera.

   Su padre le aconseja que vaya a Italia a la casa de una amiga de la familia y allí Violetta descubre parte de su historia y conoce a Caio, interpretado por Adrián Salzedo, que tiene el deseo de ser bailarín aunque trabaja conduciendo embarcaciones, pero que por la influencia de Violetta logra cumplir su sueño.

   Violetta cuenta con una amiga Ludmila Ferro en la magistral actuación de Mercedes Lambre que la mantiene al tanto de todo y trata de resolver la situación para que León y Violetta vuelvan a estar juntos.

   El público con muchos niños y adolescentes aplaudió al finalizar la función.
   
"Alma" dirigida por Diego Rougier, quien también realizó el guión con la colaboración de Rodrigo Vergara Tample, con música de Camilo Salinas y montaje de Rodrigo Espinoza es un coproducción chileno-argentina, que se desarrolla en ambos países.

   El film narra la relación de Alma León,  interpretada con gracia por Javiera Contador, una profesora de piano bipolar, que tiende a descontrolarse y su marido Fernando, protagonizado con desenvoltura por Fernando Larraín, que en un momento confiesa que siente vergüenza de los desbordes de su esposa, lo cual le ocasiona la separación cuando Alma se entera.

    Ambos se quieren pero entran en juego otros personajes como Gaspar, en la convincente actuación de Nicolás Cabré que viaja con Alma a la Argentina para que conozca a su mamá y Fernando que en un viaje desopilante trata de recuperar el amor de Alma.

   La película tiene la virtud de contar con humor desde un lugar distinto las vicisitudes de una persona que padece una psicosis maniaco-depresiva, pero que puede integrarse en la vida normal, debido a la actitud inclusiva de su entorno.

   Es una película entretenida muy recomendable para el que busca en el cine una fuente de distracción reflexiva.

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