La novela de Eduardo Gutiérrez publicada como folletín y llevada al circo criollo por los hermanos Podestá, que trata un caso real cobra nuevamente vida en este espectáculo con la hábil dirección y puesta en escena de Claudio Gallardou, que no escatimó esfuerzos en la implementación de recursos tecnológicos, ya que se recrean en pantalla paisajes y primeros planos de los protagonistas del drama ni humanos, ya que cuenta con ballet folklórico que deleita con danzas tradicionales y el malambo, payadores que a modo de coro griego van relatando los hechos que ocurrirán.
El director en esta versión de su autoría incorpora con maestría fragmentos de la poesía de Fernán Silva Valdez y la composición del leit motive principal de Horacio Guarany, considerando la versión original de José Podestá de 1891, lo que da como resultado un espectáculo ameno que cuenta los hechos relevantes de la vida de Juan Moreira interpretado con eficacia por Alberto Ajaka, quien se presenta a la justicia para cobrar una deuda a Sardetti, un pulpero italiano encarnado por Toti Ciliberto y termina en el cepo por la orden arbitraria del teniente alcalde presente en la relevante actuación de Pablo Brichta.
A partir de esta situación humillante, empieza a cobrar venganza y a matar en pelea a sus agresores, convirtiéndose en un gaucho perseguido Es acompañado con solvencia por un elenco integrado por Ana Yovino como Vicenta, su esposa, Cutuli como el tata viejo, Roberto Vallejos como el compadre Julián, Diego Castro desempeñando el doble rol de calabrés y soldado, al igual que Laura Ortigoza como mujer de Sardetti y paisana, Mónica Lerner y Mario Filgueira como paisanos y Lucas Aguirre como Chirino, que marca el desenlace de la obra.
Es destacable la actuación de Mariana Torres como Doña Paloma, que despliega todo su talento en escena con canciones españolas, las interpretaciones de los payadores Alejandro Sanz y Juan Concilio con la intervención siempre precisa del piano y bombo de Andrés Parodi y el ballet folclórico integrado por Rodrigo Calvete, Arturo Gutiérrez, Federico Luna, Néstor Pastorive, Ollantay Rojas , Nahuel Valenzuela y las bailarinas Verónica Bozzano, Bárbara Ercole, Pamela Garegnani, Carla Giordanino, Emilce Marcolongo y Griselda Montanaro que con coreografía de Oscar Araiz hacen el deleite del público en las escenas festivas.
Es importante mencionar la musicalización siempre efectiva de Iván Wyszogrod, la realización de máscaras muy lograda especialmente en la escena de la riña de gallos de Soledad Argañaraz, la iluminación siempre adecuada de Alejandro Leroux, el excelente diseño de escenografía y arte de Marcelo Salvioli, el cuidado vestuario de Mini Zuccheri, la apropiada música instrumental de Federico Mizrahi y la notable realización audiovisual de Estudio Nos, Emilio Riasol y Joaquín Marques, que con la asistencia de dirección de Gladys Escudero hacen posible un espectáculo de calidad superlativa.
Puede verse en la sala María Guerrero de jueves a sábado a las 21 hs y los domingos a las 20,30 hs con una entrada popular los jueves de 60 $ y el resto de los días a 75$. Existen descuentos para estudiantes y jubilados con la presentación de documento y carnet.
Un espectáculo muy recomendable para estudiantes secundarios, ya que puede enriquecer la lectura de la obra homónima
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