Con una puesta en escena muy bien montada, vemos el escenario dividido por la iluminación y el sonido que contextualizan la escena, realizado con profesionalismo por Liliana García, quien como cordial anfitriona recibe al público.
En la primera escena vemos al comisario logrado con convicción por Pablo Ananía, quien está estudiando un caso. Es un hombre ateo que recibe a un sacerdote mediático el padre Francisco, encarnado con solvencia por Diego López Luna, de quien se sospecha que ha ejercido violencia y abuso de menores en un hogar de niños desprotegidos del que es la cara visible, y que nos recuerda a un conocido caso de actualidad.
Se muestran escenas de los jóvenes denunciantes, sus celos, envidias, problemáticas y la ambivalente relación con el padre Francisco, interpretados magistralmente por Gonzalo Montoli como Mateo y Sebastián Aguilar como Julián que permiten apreciar un destacado trabajo en la composición de los personajes.
La historia escrita por Rogelio Borra García, con la idónea dirección de Roberto Nievas, mantiene el interés durante toda la función y nos transmite como mensaje que "la inocencia y la culpa pueden coincidir en algún punto" dejando librada la resolución del caso a la interpretación del público, que puede defender o condenar al sacerdote cuestionado.
Una obra muy recomendable que se presenta durante los viernes de agosto a las 23 hs en Liberarte Avenida Corrientes 1555 y pueden reservarse las entradas telefónicamente 4375-2311. La entrada cuesta 100$ , anticipadas 80$ y existe una promoción de dos por 150$.
No hay comentarios:
Publicar un comentario