Comentaré dos miniseries, que seguramente han generado polémica en sectores religiosos y que me parecieron interesantes para reflexionar sobre cómo el ser humano a través de la palabra puede tergiversar e interpretar textos religiosos ajustándolos a sus intereses o valiéndose de su influencia en una comunidad obtener beneficios que le otorgan un gobierno de las situaciones a pesar de que su accionar resulta sancionable.
Misa de medianoche : Es una miniserie estadounidense escrita, dirigida y producida por Mike Flanagan que consta de siete capítulos de una hora, cada uno de ellos con un título bíblico: Génesis, Salmos, Proverbios,, Lamentaciones, Santo Evangelio, Hechos de los Apóstoles y Revelaciones.
A una isla habitada por una comunidad muy religiosa, llega un nuevo sacerdote, en reemplazo del viejo párroco, a quien su comunidad le regaló un viaje a Tierra Santa, a pesar de su estado de salud deteriorado.
Con la llegada del sacerdote, también a la comunidad regresan un ex convicto por asesinato y una joven docente embarazada. Empiezan a ocurrir hechos extraños como la matanza de gatos y la desaparición de personas, que investiga un sheriff musulmán.
El nuevo sacerdote empieza a realizar visitas a una anciana que va recobrando la juventud, arma un grupo de alcohólicos para el ex convicto y puede hacer caminar a una niña paralítica.
Empieza a celebrar la misa cuando cae la oscuridad y en el último capítulo presenta a un personaje que genera una situación donde puede observarse la naturaleza humana de cada uno de los feligreses asistentes a esa misa.
Si bien la miniserie es de terror, vemos en ella ocultas dos historias de amor, una de ellas opera como móvil para que este sacerdote realice las transformaciones que le generan un alto costo.
Me resultó muy interesante ver cómo el sacerdote y algunos de sus acólitos justifican un accionar deleznable con frases bíblicas y convencen a una parte importante de la población de naturalizar hechos injustificables.
El reino: Es una miniserie argentina creada por Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro, a quienes corresponde el guión y dirigida por Marcelo Piñeyro y Miguel Cohan, que consta de ocho capítulos con la lograda musicalización de Nico Cotton y Cazzu.
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