Colmena es una ópera prima con guión y dirección de María José Staffolani, fotografía de Sebastián Sorín, montaje de Federico Jacobi y producción de José Staffolani y Joaquín Villafañe.
Esta coproducción de Argentina, Colombia, Ecuador, Venezuela y Paraguay, filmada en cinco días, muestra a una joven actriz interpretada por Lara Crespo, que no puede hacerse cargo de su vida y se le plantea un dilema en su elección sexual, cuando conoce a una joven rapera de Misiones encarnada por Flor Bobadilla Oliva.
El film si bien muestra al personaje en su contexto, con su novio en una relación estancada, con sus padres en una vinculación distante y con su nueva amiga en un acercamiento amoroso, es lo que denominaría una "película del momento", donde se describen superficialmente momentos de la vida de la protagonista pero no se profundiza su personalidad ni hay una historia interesante que atrape al espectador. Es apta para mayores de 16 años. Puede verse pero no deslumbra.
Barrefondo con guión y dirección de Jorge Leandro Colás, fotografía de Leonel Pazos Scioli, montaje de Karina Exposito cuenta la historia de Tavo interpretado por Nahuel Viale que con su ayudante boliviano encarnado por Osqui Guzmán limpian piletas en los countries.
Tavo vive con su esposa que se encuentra embarazada protagonizada por María Soldi y tiene la visita de su suegro encarnado por Claudio Da Passano, quien siempre les brinda ayuda económica, que él no acepta de buen grado.
Un cliente le ofrece señalar casas donde trabaja para ir a robarlas cuando se encuentren deshabitadas. Él se ve presionado a aceptar pero un policía lo considera sospechoso y él urde un plan que le permite salir de la situación comprometida en que se encuentra con un desenlace totalmente inesperado.
En las reposiciones pude ver:
Zama es una coproducción de Argentina, Brasil, España, Francia, Holanda, Portugal, Suiza, México y Estados Unidos con guión y dirección de Lucrecia Martel, basada en el libro homónimo de Antonio Di Benedetto, con fotografía de Rui Pocas y montaje de Karen Harley y Miguel Schverdfinger, que cuenta la historia de Diego de Zama interpretado por Daniel Giménez Cacho, un corregidor que vive pidiendo un traslado y observa cómo el sitio que él desea lo van ocupando sus subalternos.
Se siente presionado y maltratado por el gobernador, por lo que decide cambiar el rumbo de su vida, sin embargo comprueba con tristeza, que no puede alentar esperanzas de un cambio que lo favorezca.
Posee una lograda ambientación de época, buenas actuaciones del elenco integrado por Juan Minujin, Lola Dueñas, Rafael Spregelburd y Matheus Nacthergaele y un adecuado sonido a cargo de Guido Berenblum. No es una película apta para menores de 13 años y no creo que resulte de convocatoria masiva, por la temática y el ritmo narrativo.
El fútbol o yo es un film taquillero con guión y dirección de Marcos Carnevale, quien contó con la colaboración autoral de Adrián Suar, quien protagoniza a Pedro Pintos, un adicto al futbol, que por su pasión pierde su trabajo y se separa de su esposa Verónica encarnada por Julieta Díaz.
Cuando ve la situación en que ha caído decide buscar ayuda y recuperar el amor de su vida.
La película cuenta con todos los ingredientes para pasar un momento entretenido con situaciones graciosas y otras emotivas.
Secundan con solvencia Peto Menahem y Federico D`Elia como los amigos de Pedro, Rafael Spregelburd como el vecino y María Zamarbide como la alumna fanática del futbol.
La fotografía estuvo a cargo de Rodrigo Pulpeiro, la música es de Iván Wyszogrod y el montaje de Luis Barros.
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