En el fin de semana culminó el importante ciclo de obras de Teatro del País en el Cervantes, donde se brinda la oportunidad a los grupos de teatro independiente del interior de presentar sus producciones.
Se pudo ver entre las obras seleccionadas para estos últimos días:
Irma de Mariela Roa con dirección de Marina Carrasco y el grupo Manzana 44 y música en vivo de Gustavo Emilio Romero quien también se ocupó de la producción, donde se muestra en la escenografía una exposición de fotos de Mauro Ramírez, de Charata, Chaco, que también realizó una original muestra en el hall central.
La obra que pertenece a Neuquén, muestra a una mujer común de Horquilla, Chaco que trae sus fotos para exponer en un taller, pero se siente angustiada porque perdió a su marido y espera su llegada para que la ayude como estaba previsto. Como su esposo no llega hace participar al público en su espera y en la colaboración que necesita.
Cuenta con la adecuada musicalización de Gustavo Romero que realza la obra y las fotos de Mauro Ramírez, esenciales para el texto.
La actuación de Mariela Roa resulta muy convincente pero el texto de la obra podría haber ahondado en conflictos o reflexiones, ya que se queda en rutinas anecdóticas de su pueblo que resultan insustanciales.
El monólogo de menos de una hora se presentó en la Sala Luisa Vehil el sábado 19 a las 19 hs.
Juegos a la hora de la siesta de Roma Mahieu interpretada con magistral profesionalismo por Eva Gardenal, Emanuel Coman, Nicolás Núñez Correa, Andrés Román, Alicia Alba, Paola Morales, José Javier Castro y Gonzalo Azar dirigidos con eficacia por María del Carmen Sánchez con la asistencia de Mario Balestrini muestra mediante el juego de un grupo de niños los conflictos familiares y sociales que se viven en ese pueblo de provincia.
El amor, la crueldad, el dominio sobre los más vulnerables, la discriminación y la solidaridad coexisten y van fluyendo a medida que los juegos cambian y las decisiones que se toman conducen en algunos casos a desenlaces trágicos de los que nadie se hace responsable porque todo forma parte del juego.
Con un vestuario apropiado realizado por Graciela Medina y la escenografía efectuada por Francisco Peralta, ambos con diseño de Carlos Di Pasquo se brinda una contextualización de las situaciones y el aprovechamiento del espacio escénico.
La iluminación propuesta por Carlos Di Pasquo y María del Carmen Sánchez posibilita centralizar las escenas que cobran relevancia en cada parte de la obra.
El elenco de Santiago del Estero se lució en sus interpretaciones donde no sólo debió decir un texto de manera adecuada sino que hubo todo un trabajo de expresión corporal que hacía que lo que el público presenciaba resultara totalmente verosímil.
La obra de poco más de una hora se presentó en la Sala María Guerrero el domingo 20 a las 20, 30 hs.
Con este ciclo se da por finalizada la programación del Teatro Cervantes que cierra sus puertas hasta mediados de febrero del próximo año.
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