lunes, 25 de mayo de 2015

VÍNCULOS Y ENCUENTROS EN DOS ESTRENOS ARGENTINOS

   "Sin hijos" la simpática comedia de Ariel Winograd, con interesante guión de Mariano Vera sobre idea de Pablo Solarz nos muestra cómo un encuentro, que se reitera después de varios años entre Gabriel, el dueño de una casa de instrumentos musicales, ya divorciado,  encarnado con gracia por Diego Peretti y Victoria, una viajera incansable, interpretada con  verosimilitud por Maribel Verdú, desencadena una serie de dilemas en la vida de este padre amoroso que debe ocultar a su hija Sofía en la destacada actuación de Guadalupe Manent, debido a que el amor de su vida tiene fobia a los niños.

   Secundados por un elenco sólido donde resultan relevantes el padre mago y abandónico de Gabriel en la figura de Horacio Fontova, el espiritual hermano en la presencia de Martín Piroyansky, la ex-esposa nuevamente embarazada en la interesante caracterización de Marina Bellati, su nuevo marido interpretado con eficacia por Pablo Rago y los amigos de Gabriel, en la actuación del gracioso Guillermo Arengo y la simpática Julieta Zilberberg, vemos como se van produciendo encuentros y desencuentros desopilantes.

    Sin embargo también se van construyendo vínculos entre Victoria y Sofía que permiten que a pesar de las diferencias surja un cariño que modificará las situaciones establecidas.

  Una comedia divertida y muy recomendable para todo público.




"Tokio" de Maximiliano Gutiérrez nos muestra el encuentro de dos personas mayores en un club de jazz, al que ella María Linares, interpretada por la siempre juvenil Graciela Borges, fue a encontrarse con alguien que no llega y coincide con un pianista que se hace llamar Goodman, encarnado por Luis Brandoni.

  Ocurre un corte de luz y él la invita a tomar un café a su departamento, que es muy próximo.

   Ella al aceptar va estableciendo un vínculo, que supone fugaz porque al día siguiente el viajará a Tokio.

     Una historia vivida, ella siente que vuelve a reiterarse pero luego descubre que en realidad el desenlace tiene otras posibilidades, cuando lo encuentra en otro club llamado Tokio, donde conoce a su hija en la eficaz interpretación de Guillermina Valdés, que demuestra sus condiciones de cantante.

  Una película de argumento intimista, sin grandes peripecias pero que puede interesar a un determinado público que cree que no existe edad para el amor.


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