CINE PARA PENSAR LA CONDICIÓN HUMANA

  Se dice que el cine sirve para mostrar un conflicto y cómo resolverlo. En las películas que comentaré nos encontramos ante situaciones que pueden presentarse a cualquier ser humano y presenciamos cómo las resuelven los protagonistas a través de las decisiones que toman.

Vivir dos veces  es una película española dirigida por María Ripoll, con guión de María Minguez, música de Arnau Bataller y fotografía de Núria Roldos, que relata la historia de Emilio encarnado por Oscar Martínez un profesor universitario de Matemáticas quien a partir de la resolución de un juego matemático se da cuenta que padece Mal de Alzheimer y desea reencontrarse con un amor de la juventud antes de olvidarla.  

  Su dedicada hija Julia, que es visitadora médica protagonizada por Inma Cuesta y su nieta Blanca en la lograda actuación de Mafalda Carbonell lo ayudan en su viaje hacia el encuentro del antiguo amor.

     

  El final nos hace pensar en los aspectos trágicos de la vejez, cuando la enfermedad la acompaña.

La muerte no existe, el amor tampoco. Es una  producción argentina de Diego Amson ambientada en el sur patagónico escrita y dirigida por Fernando Salem con la colaboración en el guión de Esteban Garelli, basado en la novela Agosto de Romina Paula. Cuenta con la lograda fotografía de Georgina Pretto, la música de Santiago Motorizado y el montaje de Emiliano Fardaus.

  Emilia interpretada por Antonella Saldicco regresa al sur donde su mejor amiga será cremada.  Se instala en la casa de su amiga con los padres de ella y se reencuentra con su padre y su nueva familia y su ex novio ya casado y con un hijo.  Esa experiencia le permite transitar el duelo por lo perdido y regresar con una mirada distinta de la vida.

   Secundan con solvencia Osmar Nuñez y Susana Pampín como los padres de la amiga muerta, Justina Bustos como la amiga muerta que la acompaña en su estadía, y Agustín Sullivan como el ex-novio.

                            

Las buenas intenciones es un film argentino escrito, dirigido y producido por Ana García Blaya, quien contó en la producción con Joaquín Marqués Borchex, Juan Pablo Miller y Juana García Blaya, con fotografía de Soledad Rodríguez, música de Ripe Banana Skins y el montaje de Rosario Suárez y Joaquín Elizalde que incluye videos caseros.

 Amanda y sus hermanos protagonizados con eficiencia por Amanda y Carmela Minujin y Ezequiel Fontenla viven alternadamente con su madre protagonizada por Jazmín Stuart y la pareja de ésta encarnada por Juan Minujín y con su padre, un bohemio irresponsable y mujeriego en la lograda actuación de Javier Drolas. 

  Cuando la madre con su pareja deciden emigrar a Paraguay, Amanda propone quedarse con su padre, consigue una beca para cursar sus estudios en Buenos Aires, pero empieza a ver que la convivencia con su progenitor resulta difícil debido a su irresponsabilidad y decide a pesar de las buenas intenciones unirse al grupo migratorio.   

                           

Te pido un taxi es una película dirigida por Martín Armoya con guión de Federico Viescas y Andrés Alvarado, fotografía de Mariano Suárez, música de Pablo Salas, montaje de Santiago Martí y producción de Daniel Rutolo que muestra a Rodrigo interpretado por Nicolás Riera, que tiene éxito con las mujeres y luego de conquistarlas las aleja de su vida, hasta que conoce a Sol protagonizada por Inés Palombo que actúa de la misma manera con él y hace que cambie su manera de pensar.            

                            

                             

La botera es un film escrito, dirigido y producido por Sabrina Blanco, que contó en la producción con Georgina Baisch, Jessica Luz y Cecilia Salim,  con fotografía de Constanza Sandoval, la música de Rita Zart y el montaje de Valeria Racioppi.

  Ambientada en la isla Maciel, se muestra a Tati en la lograda actuación de Nicole Rivadero, una niña de trece años que desea manejar un bote como profesión, a pesar de la oposición de su padre.  Muy efectiva la realización para poner en escenas muy reveladoras, la vida en ambientes vulnerables.

                               

Los sonámbulos es una coproducción argentino-uruguaya escrita y dirigida por Paula Hernández, que muestra la visita de Luisa y Emilio, una pareja protagonizada por Erica Rivas y Luis Ziembrowski con su hija Ana de catorce años, que es sonámbula, en la destacada actuación de Ornela D'Elía a la casa de Memé, la madre del marido, encarnada por Marilú Marini, donde se encuentran los dos hermanos de éste interpretados por Daniel Hendler y Valeria Lois y sus hijos para pasar las fiestas.

  Almuerzos y discusiones sobre bienes y proyectos van generando cierta grieta en la pareja y se generaliza la tensión cuando la madre prohibe que su hija participe en un fogón con sus primos, sin embargo la joven forma parte de ese grupo con inesperadas consecuencias. El final resulta impactante. Es apta para mayores de 16 años.

    La fotografía estuvo a cargo de Iván Gierasinchuk, la excelente música fue realizada por Pedro Onetto y el montaje por Rosario Suárez, participando en la producción la directora y Juan Pablo Miller.