martes, 15 de diciembre de 2015

COSTUMBRISMO Y DECADENCIA EN LAS NUEVAS OBRAS DEL CERVANTES

    Entre las nuevas producciones del Teatro del País que se dieron en el Teatro Cervantes pude ver el pasado fin de semana:

Locos de verano La obra de Gregorio de Laferrere cobró vida y un ritmo nuevo en la magistral adaptación de Luis Cano, que concretó con eficacia el desafío de mostrar la decadencia de una familia de clase media de principios del siglo pasado que busca guardar las apariencias de una opulencia que no tiene.


 Con cierto aire de vodevil muestra escenas de la cotidianeidad de la familia y las costumbres de la época, los vicios y miserias de sus integrantes, sus malas decisiones y prejuicios, con  sus intentos por mejorar su situación a cualquier costo, donde se desenvuelven con eficacia y profesionalismo este elenco tucumano integrado por  Andrés D'Andrea, Sergio Aguilar, Marcos Acevedo, Jessica Carrizo, Sergio Domínguez, Guillermo Arana, Noé Andrade, Mariano Juri, Andrea Barbá, Lourdes Aguirre Rodríguez, Ricardo Podazza, Daniela Canseco, Rubén Ávila, Facundo Vega Ancheta, Alicia López Vera, Alejandra Páez Salas y dirigido hábilmente por Luciano Suardi con la asistencia de Marcela García Mottes y Lita Molina.


  Con la realización de la escenografía y  vestuario, la arquitecta María Lombana, Sofía Moreno Cagnolo, Julio Rojas y Cecilia Zuvialde brindaron un ambiente de época,  que acompañado por la adecuada musicalización y efectos sonoros de Roberto Ortega, permitieron un despliegue escénico apropiado para cada situación.


La obra que duró una hora y media, se presentó  en la sala María Guerrero el sábado 12 de diciembre a las 21 hs, a sala llena con un público entusiasta que ovacionó la representación. 


Después del aire de Andrés Binetti y Mariano Saba se presentó en la sala Luisa Vehil el domingo 13 a las 18,30 hs con el elenco mendocino integrado por Diana Moyano  Marcelo Díaz  Andrea Cortez  Santiago Frazzeta  Damaris Gamboa  Luciano Serpa, quienes con la dirección de Juan Cristóbal Comotti dieron vida a un programa de radio del año 30, en una emisora con dificultades económicas y técnicas, en la que algunos miembros estaban por desertar y otros asumen compromisos que nadie esperaba ante una noticia que sacude al país.

   La obra mezcla el radioteatro con el contexto político y social del año 30 y las publicidades,  contando con una adecuada musicalización de Luciano Serpa y un vestuario de época de Andrea Cortez permite al público sentirse parte del momento radial, ya que la disposición del escenario y las plateas se encuentra fusionada, de forma que exista una distancia mínima entre actores y público.

   La obra resulta interesante para mostrar las costumbres y decadencia de una época mediante lo que ocurre en la emisora radial.







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