Es indiscutible que los residentes de Galicia se destacan por el buen comer y se muestra esta costumbre durante el verano en que se realizan las numerosas fiestas patronales, y el día de la familia. 
Estos acontecimientos reúnen a los familiares en torno a la mesa donde se prepara caldo gallego, empanadas, paella, pulpo a la cacerola, cabrito asado, bistecs y deliciosos postres que van desde el flan casero, pasando por el helado y el cheesecake a las frutas de estación, donde merecen un lugar destacado las cerezas picotas.
Las mesas se destacan por la cantidad y la variedad de sus platos que hacen la delicia de todos los presentes que comparten además de la comida una amena charla en familia.
Las sobremesas pueden durar horas y se acompañan de café o infusiones como el té de manzanilla.
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