lunes, 18 de julio de 2016

HISTORIAS DE PELÍCULA, DONDE LA FICCIÓN Y LA REALIDAD SE FUSIONAN.

   En muchos casos el cine toma como fuente hechos de la realidad y le otorga un carácter ficcional que brinda una mirada posible que permite comprender esa realidad, de la que poco se sabe. Entre los estrenos de esas características se encuentran.

   "El encuentro de Guayaquil" es una coproducción argentino-colombiana dirigida por Nicolás Capelli, quien también realizó el guión con la colaboración de Álvaro Arostegui, basándose en la obra homónima de Pacho O"Donnell, que cuenta  con la fotografía, algo oscura para mi gusto, de Sebastián Pereyra y el montaje muy logrado de Andrés Azcarate.

   La historia recrea distintos momentos de la vida del General José de San Martín, sus ideas, sus amores y su proceder cuando era Gobernador de Cuyo y Protector del Perú y básicamente su encuentro histórico con Simón Bolívar para solicitarle ayuda para lograr la independencia latinoamericana.

   Con muy buenas actuaciones de Pablo Echarri como el general San Martín y Anderson Ballesteros como Simón Bolívar, secundados con profesionalismo por Luciano Castro, Juan Palomino, Arturo Bonín, Emme, Eva De Dominici y Naiara Awada, la película rescata más que la figura del prócer, la del hombre con sus debilidades y pasiones que lo muestran como un ser humano, que debe tomar decisiones cruciales para los destinos de su patria y busca el apoyo de otro militar con el que posee coincidencias y discrepancias en la ciudad ecuatoriana un 26 de julio de 1822.

               

"Eva no duerme" es una coproducción hispanoargentina con guión y dirección de Pablo Agüero, fotografía de Iván Gieransinchuk y montaje de Stephanie Eldmadjian que se divide en tres partes y cuenta la historia del cadáver de Eva Perón, desde los recuerdos  de un joven militar que luego asciende durante la Dictadura a un cargo relevante, interpretado por Gael García Bernal.

  En la primera parte "El embalsamador" vemos como luego de la muerte de Eva Perón, mostrada con realismo por fragmentos de noticieros de la época, el embalsamador interpretado de manera convincente por Imanol Arias, trata de darle una belleza inmaculada y se la muestra a una mujer del pueblo protagonizada por Ailín Salas, que desempeña su rol con profesionalismo.

   En la segunda parte "El transportador" vemos al militar de alto rango encarnado por  Dennis Lavant que retira el cuerpo de la CGT  y tiene como acompañante al joven militar, que cuenta la historia.

   En la tercera "El Dictador" se muestra el secuestro de Aramburu, encarnado con solvencia por Daniel Fanego y su posterior ejecución y la necesidad del grupo guerrillero de saber dónde estaba enterrada Evita.

  La película resulta muy interesante y el director trató de producir una ficción narrativa que resulta creíble.

"La helada negra" escrita y dirigida por Maximiliano Schonfeld, con fotografía de Soledad Rodríguez y Gustavo Reján cuenta casi un hecho legendario donde la aparición de un personaje diferente, encarnado por Ailín Salas, conmociona al resto de la comunidad alemana que vive en ese lugar de Entre Ríos, ya que su presencia empieza a favorecer los cultivos y la vida de esos hombres y mujeres rústicos que la consideran una santa.


  Bien secundada por  Lucas Schell, Benigno Lell, Darío Wendler y Mario Wendler, Ailín Salas se luce en su protagónico, dándole un toque enigmático y sutil, que es el que se observa en toda la película, donde la creencia determina las acciones.



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