"La memoria del agua" esta coproducción de Chile, España, Alemania y Argentina, rodada en Chile y dirigida por Matías Bize con guión del director y Julio Rojas muestra a una joven pareja interpretada por Benjamín Vicuña y Elena Anaya que deben elaborar el duelo por la muerte de su único hijo de cuatro años, ahogado como producto de un accidente doméstico.
Cada uno a su manera vive la pérdida e intenta sobrevivir a ella. No se ve al niño en ningún momento ni en foto, todo queda significado por momentos en que se lo recuerda y la imposibilidad de los padres de reconstruir su vida juntos sin él.
La culpa por no haber estado, por no haberlo podido salvar, no les permite retomar la vida feliz que tenían y surge la separación como forma de evitar los recuerdos y el dolor que los embarga. Buscan e intentan distintas alternativas para lograr sobreponerse aunque ninguna les resulta muy eficaz.
La película puede resultar morosa por momentos, dado que el clima que refleja es de depresión frente a la pérdida.
"Sueños acribillados" Esta excelente película de Carlos Galettini, con guión de Laura Ferrari , es un alegato contra el gatillo fácil de las fuerzas de seguridad con la connivencia del poder judicial.
Muestra la vida de jóvenes marginales, sus sueños y deseos de progreso y los obstáculos que la vida les presenta, que los obligan al robo.
Con las destacadas actuaciones de María Fiorentino como la madre del "Pichi", que queriéndolo salvar entrega su foto a un fiscal corrupto, interpretado por Pablo Britcha, que lo manda matar, Mimí Ardú, la madre del Gato que muestra una doble moral, los adolescentes Lelia María, Pablo Ríos y Walter Portillo, que resultan muy convincentes en sus personajes, la película mantiene dinamismo e interés durante la hora que dura y sirve para reflexionar sobre los contextos y motivos que generan la violencia.
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