sábado, 22 de agosto de 2015

LAS RELACIONES HUMANAS QUE SE VEN EN LA PANTALLA GRANDE

   En una serie de estrenos y reposiciones se puede observar como la cinematografía actual profundiza en las relaciones vinculares y cómo a través de ellas se plantean los conflictos y las resoluciones posibles.

El Clan de Pablo Trapero recrea luego de un trabajo de investigación exhaustivo llevado a cabo por el realizador, la historia del clan integrado por Arquímedes Puccio en la magistral interpretación de Guillermo Franchella y su familia, donde se destaca la figura de su hijo Alejandro encarnado con profesionalismo por Peter Lanzani.

     Si bien el elenco que secunda a esta dupla se maneja con solvencia y eficacia mostrando en los años ochenta, la doble vida de una familia de clase media con  una fachada respetable pero que debía su prosperidad a secuestros extorsivos, en los que luego de cobrar el rescate asesinaban a sus víctimas, la relación de padre e hijo cobra verdadero protagonismo por la manipulación que se observa en el vínculo,

    La película va configurando las escenas antagónicas como en un rompecabezas que en oportunidades se ve completado por imágenes de la realidad de ese momento histórico o por  datos a modo de epílogo que nos informan sobre la suerte de los personajes luego de descubrirse su responsabilidad en los secuestros al rescatar a la última víctima del clan con vida.

  La película resulta estremecedora porque aborda un caso real con credibilidad al existir una buena ambientación de época.



María y el araña de María Victoria Menis con guión de la realizadora y Alejandro Fernández Murray es una película del 2012 que se ha repuesto en el Cine Gaumont y que narra de manera impecable el amor adolescente de María muy bien interpretada por Florencia Salas, una chica de trece años de origen humilde que trabaja en la venta de guías en el subte y el araña encarnado por Diego Vegezzi, un muchacho de diecisiete años que se gana la vida haciendo malabares disfrazado como el hombre araña.

  Esta situación transita por numerosas dificultades ya que María vive con su abuela (Mirella Pascual) y la pareja de ésta en la interesante actuación de Luciano Suardi, quien abusa de María ante la negación inicial por parte de la abuela de la dolorosa situación que vive su nieta.

   Un hecho desencadena el desenlace donde los personajes van ubicándose de una manera diferente ante la nueva situación.

   Una película que vale la pena ver para reflexionar sobre los vínculos familiares  y las consecuencias que pueden ocasionar


El incendio con dirección de Juan Schnitman muestra la relación de una pareja de novios, Lucía, cocinera interpretada por Pilar Gamboa y Marcelo, profesor encarnado por Juan Barberini, que están por comprar un departamento para consolidar su unión.  Les avisan cuando van a la escribanía que se firmará la escritura al día siguiente y durante ese lapso empiezan a surgir las dudas, inconvenientes y discusiones en estos dos jóvenes, de tal manera que hacen presumir que se van a separar,

   El desenlace nos permite reflexionar sobre la metáfora del incendio en las  relaciones de pareja cuando falta la madurez necesaria  para encarar el vínculo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario