jueves, 16 de julio de 2015

UNA MUESTRA VARIADA DE CAMINOS Y SABORES EN LA RURAL

    Del 9 al 12 de julio se dieron cita en el predio ferial de Buenos Aires, cuya entrada estuvo en Sarmiento 2704 los emprendedores de indumentaria, la industria alimenticia, hornos de barro, muebles y accesorios de distintos lugares del país.
    Un público entusiasta de diferentes provincias se dio cita en la Rural para comprar productos con precios accesibles y a degustar las exquisiteces en comida y bebida que se ofrecían en forma gratuita o con un costo adecuado en los distintos stands.

    Se veían desde ponchos artesanales a 250$, llaveros con cuero trabajado a 40$, jugos riojanos, vinos mendocinos, especies de Bariloche, conservas y dulces de distintas provincias, pochoclos, diversas golosinas  y Calsa, la reconocida marca de levadura mostraba como fabricar pan de distintas variedades en clases de cocina para el público, al que luego se le hacían probar panes con chicharrón, panes saborizados, pan casero y otras variedades.

    También había concursos interactivos donde obsequiaban bolsas en los stand de Fiat, el gobierno de la Ciudad, que propiciaba el reciclado y daba una bolsa de tela a los que contestaban bien las tres preguntas sobre el tema y levadura Calsa, que había implementado con el estilo de una máquina tragamonedas interactiva, donde ganaba enseres de cocina quien acertaba con los tres logos rojos Calsa .

  La computadora e internet estuvieron presentes para promocionar "Pedidos ya" como forma de solicitar comida teniendo en cuenta los restaurantes próximos al domicilio con las ofertas considerando los gustos del solicitante en la página www.pedidosya.com.ar
  Algunos emprendimientos regionales promocionaban sus quesos, chacinados, mermeladas, dulces y conservas favoreciendo que se conozcan condimentos exóticos como las girgolas patagónicas, que son hongos que crecen en la corteza de los árboles o la mostaza ahumada de Bariloche.


  El Gobierno de la Ciudad dio una charla sobre control de alimentos que permitió  aprender la duración de cada alimento luego de su cocción, por ejemplo un huevo cocido dura 24 horas y cualquier carne o pollo sin huevo 48 horas. La disertante enfatizó que los alimentos vencidos no deben consumirse porque perjudican la salud y que los huevos deben lavarse antes de cocinarlos, lo que no es necesario con las carnes. 

Una muestra que siempre atrapa la atención del buen gourmet que también puede aprender la manera de asar un cordero patagónico, ya que también hubo clases de cocina para los apasionados por la gastronomía y el buen comer.

La entrada para jubilados el viernes 10 era dos por uno, y el valor general era de 80$.

No hay comentarios:

Publicar un comentario