domingo, 5 de agosto de 2018

DOS OBRAS TEATRALES EXTRAORDINARIAS DE CORTA DURACIÓN EN CARTEL

   Este fin de semana tuve la oportunidad de ver dos obras teatrales de distinto tipo, que tienen como denominador común el tratamiento de situaciones fuera de lo común, ingresando la trama en el género de lo fantástico, con excelentes actuaciones y de breve duración en cartel, por lo que resulta conveniente ir sacando las entradas.

 El sábado fui a ver "Y se nos fue de gira" la interesante pieza de Emilio Ferrero, dirigida por Martín Simeoni con la asistencia de Agustina González donde Jorgelina Fares y María Soledad Echave lucen todo su talento interpretando a una actriz recientemente fallecida y a su hermana maquilladora de cadáveres.

   La obra donde la actriz muerta cobra vida y muestra sus conflictos familiares, sus desilusiones sentimentales, sus frustraciones y su pasión por el teatro, destila un humor irónico, que a veces resulta sarcástico.

 La relación con su hermana maquilladora, una mujer humilde e inocente que siempre ha sido postergada, en  ese momento toma un protagonismo inusitado, porque es ella, la encargada de darle el aspecto deseado durante el velatorio.  Sin embargo de ese intercambio póstumo se espera el restablecimiento del vínculo fraterno perdido.

  El espectáculo de una hora de duración se presentó el viernes 3 y sábado 4 de agosto en el Teatro Lope de Vega de Pilar con entradas de 150$ y se presentará en Torrente Espacio Teatral, en Pilar durante el mes de septiembre, luego de su gira por el interior.

     El domingo disfruté de "El hombre que perdió su sombra" una adaptación del cuento "La maravillosa historia de Peter Schlemihl" con dirección de Eleonora Comelli y Johanna Wilhelm, que contaron con la colaboración  en la dramaturgia de Isol Misenta, la asistencia de dirección de Vanesa Campanini, la destacada escenografía de Johanna Wilhelm con la asistencia de Martina Nosetto, la excelente musicalización de Axel Krygier que estuvo en escena en el piano junto a Alejandro Terán en clarinete y viola, la efectiva iluminación de Ricardo Sica, el adecuado vestuario de Paula Molina, que unido al diseño audiovisual deslumbrante de Gisela Cukier y Johanna Wilhelm, la acertada coreografía de Eleonora Comelli y la cuidada producción de Francisco José Patelli dieron como resultado un maravilloso espectáculo para grandes y chicos.

  Peter interpretado con desenvoltura por Santiago Otero Ramos va a la fiesta de un adinerado empresario para solicitarle trabajo, allí conoce a la bella Fanny en la lograda representación de Griselda Montanaro, de la que se enamora.  También en la reunión conoce al amable hombre gris en la magistral actuación de Sebastián Godoy, quien le ofrece cambiarle su sombra por un caja de dinero que lo hará rico.

   En teatro de sombras se observa que graves consecuencias tiene el cambio para Peter, quien se aisla en un castillo y contrata a Bendel encarnado con  gracia por Pablo Fusco, quien tiene la misión de encontrar al hombre de gris para que Peter pueda disolver el trato realizado.

   Una serie de peripecias se dan donde la sombra protagonizada con dinamismo por Gastón Exequiel Sánchez cobra vida e interactúa con el público al igual que Peter y éste debe cumplir tres desafíos para lograr el bien perdido.

    El espectáculo, que combina el musical, con el teatro de sombras y las proyecciones en escena,  admira a grandes y chicos por el talento de los actores y la variedad de recursos audiovisuales implementados. Dura poco más de una hora, pero mantiene la atención de los asistentes en todo momento.

    Sentada a mi lado estaba la renombrada actriz Marilú Marini, con su familia,  que aplaudió entusiasmada la obra, que puede verse hasta el 19 de agosto los sábados y domingos a las 15 hs. con entradas de 150 $.

   Las fotos que ilustran la nota fueron realizadas al finalizar la función respetando el pedido expreso de no sacar fotografías durante la representación.

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